Roberto se despierta aturdido, con una resaca brutal. Ha regresado al infierno del que lleva años intentando escapar. Pero esta vez es distinto. Esta vez es peor. Arrastrado por unas inquietantes llamadas telefonicas, el protagonista de La gabardina azul se sumerge en un mundo poblado de personajes como Madame La Gorde, Fredo o Jonas el Principe gitano. Gente a la que nunca habria querido conocer.